En un hito arqueológico sin precedentes en más de un siglo, se ha descubierto la tumba del faraón Tutmosis II en la necrópolis tebana, cerca de Luxor, Egipto. Este hallazgo, realizado por una misión conjunta egipcio-británica, representa la primera tumba real encontrada desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922.
Un Descubrimiento que Reescribe la Historia
La tumba fue inicialmente localizada en 2022, cuando los arqueólogos identificaron su entrada y corredor principal en la denominada tumba C4, situada aproximadamente a 2,4 kilómetros al oeste del Valle de los Reyes. En un principio, se pensó que pertenecía a una consorte real debido a su proximidad a otras tumbas de reinas de la dinastía XVIII. Sin embargo, inscripciones en fragmentos de vasos de alabastro con el nombre de Tutmosis II y referencias a su esposa y hermanastra, la reina Hatshepsut, confirmaron la verdadera identidad del sepulcro.
El Estado de la Tumba
A pesar de la importancia del hallazgo, la tumba se encontraba en mal estado de conservación debido a inundaciones ocurridas poco después del entierro del faraón. Estas inundaciones provocaron daños significativos en la estructura y la pérdida de gran parte del ajuar funerario original. No obstante, se recuperaron fragmentos del "Libro de Amduat", un texto religioso esencial que describe el viaje del dios sol Ra a través del inframundo, destinado a guiar al faraón en su vida después de la muerte.
 |
| Imagen del emplazamiento donde ha sido hallada la tumba de Tutmosis II. |
Quién fue Tutmosis II
Tutmosis II, cuarto faraón de la dinastía XVIII, gobernó Egipto aproximadamente entre 1492 y 1479 a.C. Aunque su reinado fue relativamente breve, es conocido por su matrimonio con Hatshepsut, quien posteriormente se convirtió en una de las pocas mujeres faraón y una de las gobernantes más destacadas de la historia egipcia. La relación entre Tutmosis II y Hatshepsut ha sido objeto de numerosos estudios, y este descubrimiento aporta nueva información sobre su vida y época.
Importancia del Hallazgo
Este descubrimiento no solo llena un vacío en la historia de los faraones de la dinastía XVIII, sino que también ofrece una oportunidad única para estudiar las prácticas funerarias y la arquitectura de tumbas reales de ese período. Además, proporciona información valiosa sobre las relaciones políticas y familiares de la época, especialmente en lo que respecta a Hatshepsut y su ascenso al poder.
Desafíos en la Excavación
La excavación presentó múltiples desafíos debido al deterioro causado por las inundaciones y al colapso parcial de la estructura. El equipo de arqueólogos tuvo que remover escombros y estabilizar las áreas dañadas para acceder a las cámaras interiores. A pesar de estas dificultades, la perseverancia y el uso de técnicas avanzadas permitieron la recuperación de artefactos y la documentación detallada de las inscripciones y decoraciones aún presentes.
Futuras Investigaciones
El hallazgo de la tumba de Tutmosis II abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la dinastía XVIII y sus prácticas funerarias. Los arqueólogos planean continuar las excavaciones en áreas adyacentes con la esperanza de encontrar más artefactos y posiblemente identificar el paradero original de la momia del faraón, que se cree fue trasladada para protegerla de saqueos e inundaciones.
Conclusión
El descubrimiento de la tumba de Tutmosis II es un hito monumental en la egiptología moderna. Este hallazgo no solo enriquece nuestro conocimiento sobre los faraones y sus rituales funerarios, sino que también revitaliza el interés mundial por la historia y el patrimonio cultural de Egipto. A medida que continúan las investigaciones, es probable que se revelen más detalles fascinantes sobre este enigmático faraón y su época.
