Lamborghini, conocida por su lujo y exclusividad, ha sorprendido al mundo con la venta en secreto de uno de los coches más exclusivos de su historia: el Lamborghini Egoista. Este concepto de superdeportivo, que había sido una pieza de museo desde 2014, fue adquirido por un coleccionista privado por la impresionante suma de 117 millones de dólares.
El Egoista fue desarrollado por la marca italiana en 2013 bajo la dirección del diseñador jefe, Walter de Silva, como parte de las celebraciones por el 50 aniversario de Lamborghini. El vehículo fue concebido como un regalo único para la marca, y su producción en serie nunca estuvo prevista. Este superdeportivo monoplaza se destaca por su apariencia exótica y su relación con los aviones de combate, tanto en diseño como en funcionalidad.
Con una carrocería futurista y de formas agresivas, el Egoista cuenta con tres “pilones” en la parte delantera que recuerdan las aeronaves, además de un revestimiento antirradar en los paneles de la carrocería. La cabina del coche es un asiento único, en el centro del habitáculo, rodeado por una capota abatible. Para acceder al interior, el volante debe ser retirado, lo que añade una capa de exclusividad y complejidad al modelo.
Aunque el diseño del Egoista es de vanguardia, la plataforma sobre la que se construye no es tan innovadora. El coche está basado en el Lamborghini Gallardo, un modelo de producción más conocido, y está impulsado por un motor V10 de 5,2 litros que genera unos impresionantes 600 caballos de fuerza, una cifra respetable para la época.
Aunque se rumorea que el acuerdo de venta alcanzó los 117 millones de dólares, el Egoista no ostenta el título del coche más caro del mundo. Este récord lo posee un Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut de los años 50, el cual fue subastado por 135 millones de euros en 2022.
La venta del Egoista no es solo una transacción millonaria, sino que también marca el final de una era para Lamborghini, que guardó este coche en su museo como símbolo de su innovación y exclusividad. Sin embargo, parece que la oferta de un coleccionista privado fue demasiado tentadora para la marca.
El mercado de coches de lujo y superdeportivos sigue creciendo y sorprendiendo con estas increíbles cifras, mientras los coleccionistas buscan piezas únicas que no solo representen el poder y la exclusividad, sino también un trozo de historia automovilística que permanezca inalcanzable para el público en general.