Las inundaciones en España han cobrado la vida de al menos 72 personas, un desastre que expone la devastación de un fenómeno climático extremo conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Este sistema meteorológico particular se desarrolla cuando el aire frío choca con el cálido, formando nubes de lluvia muy densas que descargan intensas precipitaciones sobre la misma zona durante horas. Los científicos sugieren que la DANA está ocurriendo con mayor frecuencia debido al cambio climático, lo que aumenta la gravedad y el impacto de las inundaciones.
El patrón climático de la DANA se forma en situaciones donde las masas de aire frío se desplazan sobre las cálidas aguas del mar Mediterráneo, haciendo que el aire cálido y húmedo se eleve rápidamente. Esto crea grandes y pesadas nubes que permanecen estáticas, provocando lluvias torrenciales, granizo y, en ocasiones, tornados. Regiones como el este y sur de España, que están cerca tanto del océano Atlántico como del Mediterráneo, son especialmente vulnerables. La posición de estas zonas y la presencia de montañas ayudan a la formación de tormentas extremas que derivan en lluvias intensas y prolongadas.
La DANA de esta semana, particularmente en la Comunidad Valenciana, ha sido una de las más intensas en los últimos cien años. Según Rubén del Campo, portavoz de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología de España), en zonas como Utiel y Chiva se registraron más de 300 litros por metro cuadrado, desbordando sistemas de drenaje y dificultando las labores de rescate.
¿Qué Relación Tiene la DANA con el Cambio Climático?
Aunque aún se está investigando si este episodio de DANA en particular es una consecuencia directa del cambio climático, la mayoría de los expertos coinciden en que el calentamiento global tiene un papel importante en la frecuencia e intensidad de estos fenómenos. El aumento de la temperatura del mar Mediterráneo y el incremento de humedad en la atmósfera crean las condiciones ideales para que las DANAs se intensifiquen, produciendo lluvias y tormentas más agresivas.
Hannah Cloke, profesora de hidrología en la Universidad de Reading, afirmó que este evento lleva "las huellas del cambio climático" y advirtió que es probable que fenómenos similares se vuelvan cada vez más comunes. Además, subrayó la importancia de mejorar la comunicación de los riesgos a la población, ya que las advertencias de fuertes lluvias muchas veces no bastan para que las personas eviten situaciones de peligro, como conducir en áreas inundadas.
DANA vs. "Gota Fría": Evolución del Término
Antes de popularizarse el término DANA, se utilizaba en España y Francia la expresión "gota fría" para referirse a las lluvias intensas de otoño características del clima mediterráneo. Esta expresión tiene su origen en el término alemán “kaltlufttropfen” (gota de aire frío) de 1886, y describe una perturbación en niveles altos sin reflejo en la superficie. Sin embargo, la Aemet considera que el concepto de "gota fría" ha quedado obsoleto y ahora utiliza el término DANA para referirse a una depresión cerrada en altura que se separa de las corrientes de chorro y que, en ocasiones, se estanca o se mueve de este a oeste, intensificando sus efectos destructivos.
Un Futuro de Inundaciones Más Frecuentes
El aumento de eventos como la DANA refleja el impacto del cambio climático en los patrones climáticos mediterráneos y plantea el desafío de mejorar los sistemas de prevención y comunicación de riesgos. La preparación ante estos fenómenos se vuelve fundamental en un contexto donde el cambio climático amplifica tanto la frecuencia como la severidad de desastres naturales como las inundaciones en España.