Un estudio reciente publicado en el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry sugiere que la ausencia de un propósito claro en la vida podría ser un predictor significativo de deterioro cognitivo y, potencialmente, de demencia en el futuro. Según los hallazgos, las personas que desarrollaron deterioro cognitivo leve mostraron niveles más bajos de propósito en la vida y de crecimiento personal hasta seis años antes de recibir un diagnóstico en comparación con aquellos que permanecieron cognitivamente sanos.
El deterioro cognitivo leve se caracteriza por una pérdida temprana de memoria u otras capacidades cognitivas, aunque los individuos aún conservan la capacidad de realizar la mayoría de las actividades diarias de manera independiente. Esta condición es considerada un precursor de la demencia, una enfermedad que afecta actualmente a más de 55 millones de personas en todo el mundo y se proyecta que afectará a casi tres veces más personas para el año 2050.
Un estudio que revela cambios tempranos
El estudio resalta la importancia de los cambios que pueden ocurrir en las etapas tempranas del deterioro cognitivo. "Demuestra firmemente los cambios que pueden ocurrir en las primeras etapas del deterioro cognitivo", afirma la Dra. Angelina Sutin, profesora de ciencias del comportamiento y medicina social de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida. Aunque Sutin no participó directamente en el estudio, destaca la relevancia de estos hallazgos.
El equipo de investigación utilizó datos de 910 adultos mayores cognitivamente sanos del Rush Memory and Aging Project (MAP), un estudio de Illinois que comenzó en 1997. Durante 14 años, a partir de 2008, los participantes fueron evaluados anualmente en cuanto a su salud neurológica, cognitiva, médica y psicológica. Estas evaluaciones incluyeron seis componentes clave del bienestar psicológico: autoaceptación, autonomía, propósito en la vida, crecimiento personal, relaciones positivas con los demás y la capacidad de gestionar el entorno inmediato.
Bienestar psicológico y riesgo de demencia
Los resultados del estudio muestran que, en comparación con los participantes que permanecieron cognitivamente intactos, aquellos que desarrollaron deterioro cognitivo leve tenían más probabilidades de ser mayores, tener un índice de masa corporal más bajo y un peor bienestar psicológico. Además, aquellos diagnosticados con demencia tenían más probabilidades de poseer un gen que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
El estudio subraya que mantener un propósito claro en la vida, junto con un crecimiento personal continuo, no solo mejora la calidad de vida en general, sino que también podría ser especialmente crucial en la vejez. El Dr. Glen R. Phinney, director del Programa de Memoria y Cognición Geisinger en Penn State, quien no participó en la investigación, enfatiza la importancia de la socialización y la búsqueda de actividades significativas para mantener la salud cerebral.
Actividades que pueden marcar la diferencia
Phinney sugiere que actividades simples como participar en juegos de estrategia, leer, o aprender nuevas formas de abordar tareas cotidianas pueden contribuir al bienestar cognitivo. La Asociación de Alzheimer también resalta la educación continua como una forma de apoyar el funcionamiento cognitivo y social. Además, recomienda mantenerse activo socialmente, hacer nuevos amigos, participar en clubes, ser voluntario o practicar deportes.
Si encontrar motivación para estas actividades resulta difícil, podría ser un signo de una enfermedad neurodegenerativa en desarrollo, y es recomendable consultar con un médico. “Abordar proactivamente los factores de riesgo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar demencia y puede, al menos parcialmente, ayudar a revertir algunos síntomas leves en etapas tempranas", explica Phinney.
Prevenir la demencia mediante la reducción de factores de riesgo
Un nuevo estudio indica que millones de casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse mediante la reducción de factores de riesgo conocidos. Un equipo internacional de investigadores ha estimado que hasta el 40% de los casos de demencia están asociados con 12 factores de riesgo, una cifra que podría aumentar con la identificación de nuevos factores.
En conclusión, adoptar un estilo de vida proactivo y con un propósito claro podría ser una herramienta fundamental para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en el futuro.