En el mundo del descanso, ahora hay más que solo dormir bien o mal. Un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania ha identificado cuatro tipos diferentes de sueño, cada uno con sus implicaciones únicas para la salud y el bienestar.
Este estudio, publicado en la revista Psychosomatic Medicine, analizó los hábitos de sueño de más de 3.600 adultos durante un período de diez años. Los participantes informaron sobre la calidad y la regularidad de su sueño, y fueron clasificados en uno de los siguientes tipos:
- Dormidores Consistentes: Aquellos que mantienen hábitos de sueño ideales y regulares.
- Dormidores de Fin de Semana: Personas cuyos patrones de sueño varían, durmiendo menos durante la semana y compensando el sueño los fines de semana o días libres.
- Somnolientos/Insomnes: Individuos que experimentan dificultades para conciliar el sueño y permanecen somnolientos durante el día.
- Dormidores con Siestas: Aquellos que duermen bien pero complementan su descanso con siestas frecuentes durante el día.
Según los investigadores, más de la mitad de los participantes del estudio mostraron patrones de sueño "subóptimos", como las siestas o el insomnio. Esto plantea preocupaciones sobre la dificultad de cambiar los hábitos de sueño, ya que estos parecen estar profundamente arraigados en nuestro estilo de vida general.
El Dr. Kenneth Lee, del Centro de Medicina de Trastornos del Sueño de la Universidad de Chicago, señala que las personas con patrones de sueño saludables rara vez buscan ayuda médica, lo que sugiere que las cifras reales de problemas de sueño pueden ser aún más altas de lo que se informa.
Además, el estudio encontró que los problemas de sueño, como el insomnio, están asociados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y depresión. Incluso aquellos que disfrutan de siestas regulares tienen un riesgo elevado, aunque menor, en comparación con aquellos con insomnio.
Los expertos en sueño enfatizan la importancia de abordar estos problemas y fomentar hábitos de sueño saludables. La Dra. Mira Tadros, de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai en Nueva York, advierte que incluso las siestas regulares pueden ser indicativas de problemas de sueño subyacentes y deben ser evaluadas adecuadamente.
En resumen, comprender nuestro tipo de sueño y sus implicaciones para la salud es fundamental para el bienestar general. Adoptar hábitos de sueño saludables puede no solo mejorar la calidad del descanso, sino también reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en el futuro.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de NOTI724