En un devastador acontecimiento que ha estremecido a la comunidad internacional, cientos de personas perdieron la vida en una explosión que tuvo lugar en un hospital de la ciudad de Gaza. Las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, bajo el gobierno de Hamas, señalaron que un ataque aéreo israelí fue la causa de esta tragedia, mientras que el ejército israelí atribuyó el suceso a un lanzamiento fallido de un cohete por parte del grupo militante Jihad Islámica Palestina.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf Al-Qudra, informó en las primeras horas del miércoles que cientos de personas habían perdido la vida, y los equipos de rescate continuaban retirando cuerpos de entre los escombros. Los informes iniciales habían variado, con un jefe de defensa civil de Gaza mencionando 300 víctimas mortales, mientras que fuentes del Ministerio de Salud cifraron la cifra en 500. Es importante destacar que, hasta el momento, Reuters no ha podido verificar de forma independiente quién fue el responsable de esta trágica explosión ni cuántas personas perdieron la vida.
Este lamentable suceso se produce tras un conflicto que ya había cobrado miles de vidas en la región. Previamente, las autoridades sanitarias de Gaza habían informado que al menos 3.000 personas habían perdido la vida en el marco de un bombardeo de 11 días llevado a cabo por Israel. El conflicto se desencadenó después de un ataque de Hamas el 7 de octubre contra comunidades del sur de Israel, en el que perdieron la vida 1.300 personas y alrededor de 200 fueron llevadas a Gaza como rehenes.
Gaza, un enclave de 45 kilómetros de largo que alberga a 2,3 millones de personas, ha estado bajo el gobierno de Hamas desde 2006. Hamas es un grupo islamista que ha sido designado como organización terrorista extranjera por Estados Unidos y otros países.
Este trágico evento ocurrió en vísperas de la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Israel. La visita tenía como objetivo mostrar el respaldo de Estados Unidos a Israel en su conflicto con Hamas y conocer de cerca los planes de Israel para minimizar las víctimas civiles. Uno de los principales objetivos de Estados Unidos en esta situación es evitar que el conflicto se propague y continúe afectando a la región.
La explosión en el hospital ha generado una ola de protestas y condenas a nivel internacional. En Cisjordania, las fuerzas de seguridad palestinas reprimieron a manifestantes que lanzaban piedras y protestaban contra el presidente palestino Mahmoud Abbas. En otros lugares del mundo árabe, se llevaron a cabo manifestaciones y protestas en las embajadas de Israel en Turquía y Jordania, así como cerca de la embajada de Estados Unidos en el Líbano, donde las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos.
Las imágenes televisivas mostraron protestas en la ciudad de Taz, en el suroeste de Yemen, así como en las capitales de Marruecos e Irak. El grupo militante libanés Hezbollah, respaldado por Irán, condenó lo que describió como un ataque mortal de Israel contra el hospital Al-Ahli al-Arabi en Gaza, que es administrado por la iglesia anglicana. Hezbollah llamó a un "día de ira sin precedentes" contra Israel y la visita de Joe Biden.
Este trágico suceso plantea interrogantes sobre la situación en la región, y las declaraciones y acusaciones cruzadas entre israelíes y palestinos han generado incertidumbre sobre la verdadera causa de la explosión. Las investigaciones en curso buscarán esclarecer lo sucedido y determinar quién es responsable de esta terrible tragedia que ha conmovido al mundo.