Según un estudio del Centro de Investigación de Imágenes Cerebrales de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido, usar una máscara para dormir puede mejorar el rendimiento cognitivo al día siguiente. Los científicos descubrieron que los participantes que usaron la máscara para dormir estuvieron más alertas al día siguiente y su capacidad para codificar información en la memoria episódica fue más eficiente.
La luz del sol no es la única fuente de luz que afecta la calidad del sueño, ya que la iluminación exterior y la luz de los dispositivos también pueden influir en el ciclo de sueño y vigilia. La autora del estudio, Viviana Greco, PhD, y sus colegas realizaron dos experimentos y descubrieron que la máscara para dormir proporcionó una mejor atención y codificación en la memoria episódica.
En el primer experimento, 89 participantes durmieron en casa cinco noches con mascarilla y dos noches sin ella, y luego cinco noches sin mascarilla y dos noches con ella. Después de dormir con la máscara puesta, los voluntarios se desempeñaron mejor en la tarea de asociación de parejas y también respondieron más rápido durante la prueba de vigilancia psicomotora. En conjunto, estos datos sugieren que la máscara para dormir puede mejorar el rendimiento cognitivo al día siguiente y la calidad del sueño.
En el segundo experimento, 33 participantes de entre 18 y 35 años durmieron dos noches con una máscara para dormir (procedimiento experimental) y dos noches con una máscara con cortes en los ojos para que la tela no los cubriera (procedimiento de control). Los investigadores instalaron un medidor de luz en las almohadas de los sujetos para medir el nivel de iluminación y les colocaron un vendaje de EEG en la cabeza para rastrear las fases del sueño. Los resultados del segundo experimento replicaron los del primero, en los que los voluntarios mostraron un mejor rendimiento en la tarea de aprendizaje asociativo por parejas después de usar la máscara para dormir. Sin embargo, los diarios de sueño de los participantes no mostraron ninguna diferencia en la duración o calidad del sueño con y sin la máscara.
Los resultados del estudio sugieren que una mayor capacidad de aprendizaje después de usar la máscara para dormir está relacionada con un sueño NREM más prolongado, lo que permite que la actividad de ondas lentas restaure la capacidad del cerebro para codificar nueva información al reducir las sinapsis que se fortalecieron durante las horas de vigilia. Aunque los investigadores no pudieron medir esto, especulan que las máscaras para dormir pueden haber provocado un aumento en la actividad de onda lenta.
Los autores del estudio sugieren que los resultados tienen implicaciones prácticas, especialmente porque muchas tareas cotidianas, como conducir, requieren estar alerta y reaccionar rápidamente. Usar una máscara para dormir puede ser una forma efectiva y económica de mejorar el rendimiento cognitivo.
FUENTE: Oxford Academic