Un nuevo estudio descubrió que los jóvenes menores de 30 años se han vuelto más nerviosos que antes de la pandemia. Además, se volvieron menos agradables en la comunicación y menos concienzudos. Los científicos temen que tales cambios de personalidad puedan afectar la vida futura de los jóvenes de 20 años.
En el estudio publicado en la revista científica PLOS One, los científicos utilizaron un modelo de cinco factores, según el cual la personalidad de una persona incluye cinco rasgos comunes, como neuroticismo, extraversión, apertura, amabilidad y escrupulosidad.
Los científicos observaron cómo cambiaron estos rasgos entre 2020 y 2022 en 7.109 voluntarios en tres grupos de edad: 30 y menos, 30 a 64 y 65 y más.
En 2021 y 2022, el grupo de 30 años o menos experimentó un aumento significativo del neuroticismo, que es una tendencia a percibir el mundo como un lugar inquietante e inseguro. En los jóvenes de 20 años, la buena voluntad y la escrupulosidad también disminuyeron. Los participantes en este grupo de edad han cambiado más notablemente que los que son mayores.
Los resultados sugieren que hubo una "violación de la madurez" en este grupo, dijo Angelina Sutin, coautora del estudio y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida. En 2020, todos los grupos de edad mostraron una disminución del neuroticismo en comparación con los niveles previos a la pandemia, mientras que otros rasgos permanecieron iguales.
El neuroticismo siguió disminuyendo en 2021 y 2022 en personas de 30 a 64 años y mayores de 65 años. Las puntuaciones de otros rasgos de personalidad disminuyeron de manera menos significativa en los grupos de mediana edad, pero permanecieron iguales para los adultos mayores.
Los participantes jóvenes pueden haber sido más afectados durante la pandemia que sus contrapartes mayores porque la psique tiende a ser más vulnerable a una edad temprana, dijo Soutine. El profesor no está seguro de si los cambios serán permanentes o temporales. Sin embargo, es probable que influyan en la forma en que los jóvenes de 20 años toman decisiones.
“La naturaleza de los cambios sugiere que los jóvenes se han vuelto más emocionales y sensibles al estrés, menos confiados y sinceros, e incluso menos organizados y disciplinados”, agregó Soutine.
Si estos cambios de personalidad resultan ser a largo plazo, podrían afectar la vida en el sentido más amplio. Por ejemplo, si está acostumbrado a ver el mundo como un lugar amenazante, le resultará más difícil postularse para el trabajo de sus sueños o invitar a salir a alguien.
“Estos rasgos, especialmente el neuroticismo y la escrupulosidad, están asociados con muchos logros importantes, incluido el éxito académico y profesional, las relaciones, la salud mental y física”, dice el profesor. “Los cambios fueron relativamente pequeños, pero el efecto acumulativo podría ser significativo si persisten”.
FUENTE: Journals