La ciudad paquistaní de Lahore ocupó el primer lugar en el mundo en términos de contaminación del aire. La ciudad está envuelta en smog, según el sistema suizo IQAir, el índice de calidad del aire ha llegado a 348 (300 es la marca peligrosa:).
Según los expertos, esto lleva al hecho de que miles de residentes se ven obligados a consultar regularmente a médicos con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer.
Según el activista ambiental Rafai Alam, más del 43% de la contaminación es generada por el transporte. La ciudad usa motores diesel y combustible sucio. El resto corresponde a la industria y la energía, donde intervienen el combustible para calefacción y el carbón.
Las autoridades cerraron varias fábricas por exceder los estándares de emisión, pero esto no ayudó a mejorar la calidad del aire en la ciudad. Además, es costumbre entre los agricultores locales prender fuego a los restos de la cosecha de la temporada anterior antes de prepararse para la nueva.
En relación con la crisis, el tribunal ordenó la convocatoria de un consejo para la protección del medio ambiente. Según el juez Shahid Karim, las autoridades de la provincia de Punjab deben rendir cuentas por el hecho de que la ciudad se ha convertido en un lugar tan contaminado. Pero no siempre fue así: en el siglo XVI, Lahore era famosa por sus hermosos jardines, cascadas y estanques decorativos.